Las doce cuerdas la ligera sensación de herir, una nutria sin cabeza da un helado interés a la fijación de la vida espera duermen los acantilados como máscaras, las adelfas y su ring ring sobre la espesa orilla, ángeles componen alícuotos desesperos mana del fuego un hélitro de sudor, la lágrima espera, y solo queda la ventana desproporcionada ese cuerpo ya macerado por la luz del ocaso, esa inocente mitra sobre la cabeza de Halicarnaso. Trece tumbas, trece tumbas y un tesoro de mármol, la nieve se eriza sobre los pantanos llenos de amapolas. Un invierno seguirá exigiendo la tierra, paso de lunático, error afilado, zapato de duende, tres hogares tres fechas, un muerto bajo muchas nieves al que muchos eternizaron.
Escrito por U U a las 24 de Marzo 2008 a las 04:43 PM