[...]
Al final no ha sido 'primavera-verano, primavera-verano, primavera-verano', sino 'invierno-invierno-invierno': la vida nos debe tres veranos.
[...]
Hace demasiado tiempo que te dije por última vez que el mundo me daba asco.
[...]
(Para dormir aun cuento mis miedos).
[...]
Quizá el tren que se queda y el tren que se va son al mismo tiempo una misma esperanza para una misma estación.
Sabes cosas de mí que yo ya no sé: háblame de mí (te hablaré de ti).
Sé cosas de ti que tú ya no sabes.
[...]
(Para dormirte aun me cuento tus miedos).
(Nos dormirán tan de cerca
porque de cerca es justamente ésto, ahora,
[...]
Y si diera la casualidad, en un por fin a cosas vivas...
[...]
más el tan lejos de las matemáticas
que nos prohíben aprender a contar(nos)
con los dedos de las manos del otro).