Me quieres ayudar a comprender. Pero tú sigues regalándote la oportunidad de no olvidar. Creo que la vida hay que dejarla dónde está, tranquila y a salvo, lejos de las manos de la muerte.
Me quieres ayudar a comprender, pero de momento nada me devuelve la sensatez. Tendremos que vivir así, sin repetirnos.
Sin paseos, sin contemplaciones, revolviendo las cosas que ya han aprendido a vivir sin nosotros.
Como si ya no estuviéramos.
Como si nos quedáramos.