La elocuencia, el espacio,
el fin, la perfección...
demasiado pesados
para una eternidad. Fui, estuve.
Nunca volví,
ojalá hubiera podido.
Demasiado ocupado
ahorrando vida para la sombra.
Quizá soñé alguna vez
en descuidar el trazo,
sentirme arropado
por los dibujos
que coloreamos.
Si soñé así,
fui feliz.
El pasado:
las visitas deberían ser
poco comunes.
Allí ya no hay nadie.
Solo un ciego
sería capaz de repartirse
tanta luz.