'Viajé al confín de los océanos,
vi las siete maravillas, intentando comprender.
Memoricé los mantras de Confucio,
pero solo encontré desengaño [...]
Probé instituciones del cuerpo y el alma
que me enseñaron lo que no debían [...]
y la respuesta
¿quién lo hubiera dicho?
era tan simple como esta'.