Detenerse
justo antes
de que el pájaro
eche a volar,
justo antes
de que haya un nido.
Detenerse antes del aire,
antes de la ausencia.
Buscar un destino
en la quietud,
en lo imposible,
en lo que no se da
porque
iba a ocurrir
justo antes
de ausentarnos.
Ser igual
a lo que es único.
Recoger lo sostenido
y crearlo del otro lado,
donde todo se borra.