La memoria
a mi alrededor.
En la mirada
o quizá
un poco más adentro,
en el tiempo.
O quizá en la espera.
Recordar
ahora
nítidamente
sin el sentimiento,
recordar solo
en la superficie,
respirando
lo irrespirable.
Alrededor, recordando,
el recuerdo
ya no en la memoria
sino en los objetos.
Dar vueltas
para encontrar
el sentimiento,
encontrar
el nuevo recuerdo
que siente,
que aún ocurre.
La memoria
llena de trastos.