Hace poco lei por primera vez a Paul Auster. Es la primera vez que me doy cuenta de que la lectura es un virus, o causa daños hormonales, o se incuba, igualmente. El caso es que afecta a tu manera de vivir. Y no me refiero a que tu mente de su resto. Estas enfermo, realmente lo estas, y la lectura te inocula esta enfermedad. Auster me lo ha hecho ver, aunque ya me habia pasado antes, inconscientemente.
Desde entonces (hace una semana que lei a Auster), he estado incubando una buena gripe. Y hoy al parecer se ha desarrollado intensamente. Esta mañana he vivido uno de sus relatos, y ahora mismo, escribiendo de aqui y de alla, ha vuelto a pasar. Estaba acabando de apuntalar mi primer post, cuando me ha venido a la cabeza una cancion. La cancion era "Waltzing Matilda". Eso me ha llevado a Tom Waits, del que he puesto una cancion que no es suya, pero ha definido un momento de mi vida, una esperanza. Y siempre ha sido una de las canciones que no he entendido de Tom Waits, y aun menos dentrode ese album, "Blue Valentines". Si "Waltzing Matilda" me ha llevado hasta Tom Waits, Tom Waits me ha llevado hasta Australia, donde yo acababa de estar. Aunque Australia es un tema recurrente en mi, nunca habia escrito acerca de...y un comentario de la cancion, oh inculto de mi, me dice que es un tema muy popular en tierra australianas, tanto que hasta se ha convertido en el himno no oficial del continente. Si yo no tenia ni idea, ¿como es posible que estuviera tarareando mentalmente la cancion mientras escribia sobre Australia?
Somewhere (from West Side Story)
Leonard Bernstein and Stephen Sondheim
There's a place for us
Somewhere a place for us
Peace and quiet and open air
Wait for us
Somewhere
There's a time for us
Someday a time for us
Time together with time to spare
Time to learn
Time to care
Someday, somewhere
We'll find a new way of living
We'll find a way of forgiving
Somewhere
There's a place for us
A time and a place for us
Hold my hand and we're half way there
Hold my hand
And I'll take you there
Somehow
Someday, somewhere
Claro, claro, mis amigos, que hay ornitorrincos alli, y canguros. Es caro viajar, y un viaje muy largo, aun en avion, se tardan triquicientas horas. Estuvo alli mi padre con el tuyo, amigo, y un dia ambos me lo contaron, aquel dia en que perdi mis sueños jugando en la maquina del bar. Ellos lo vieron, me enseñaron fotos de nuestras madres, y tambien de la madre de aquel, junto a los conejos con sus minifaldas, ellas, no los conejos, o quiza... bueno, no recuerdo. Pero en el cielo, en el fondo de la foto se veia un hombre con alas, y eso solo lo hay alli. Angeles, me dijeron, solo hay en Australia.
Hay varias formas de buscar nuestra estrella. La que yo utilizo por pereza, puesto que es la manera mas facil y menos ardua de buscarla, es simplemente mirando a mi espalda. No nos serviria un espejo, la estrella siempre estaria de espaldas al espejo, lo cual no es muy aclaratorio pero sin duda inteligible. Los que ya han andado buscando su estrella me comprenderan con rapidez.
Y eso no significa que sea una cuestion de rapidez, sino de años luz. La rapidez aqui no llega a pronunciar su propia erre, asi que es imposible llegar una letra mas alla en el alfabeto. La e es sencilla, pero la ese ya ha visto la sangre y ha perdido la estrella.
Una vez nos damos la espalda a nosotros mismos, vemos la estrella. Asi de abrupto, como lo es la humildad. Y no es que comulgue con esto, pero de vez en cuando, es bueno saber que no se esta solo en el espacio.