La piel lustrosa de la muñeca de sal era otro enigma que habia devenido en simple mentira con el paso de los dias. No hubo tal piel de sal, y nada pudo hacerle creer que la hubo. En aquel club la Noche se dejo caer en un sueño de alcohol, se dejo acariciar en los espejos y creyo que nunca se derretiria en aquel mar.
Y eso creia El hoy, bebido y llevado por otro enigma, el que sujetaba a su cuerpo, y solo alli, aquella compañera nocturna, el misterio que segun pasaban las semanas se iba rompiendo en los cabos de las telarañas. Observaban juntos a la araña alli, esperando el momento de aparecer y mostrar su magia para la muerte.
Se rompieron pieles y cuerpos, y volvio una noche al Club Duende. Alli escribio:
"La memoria es inverosimil"
Y Ella en el cuarto de baño:
"En el espejo solo se refleja su muerte"
Pregunto El aquella noche por un sueño, y todos despertaron, y dijeron que no, que no habia sueño, y probablemente nunca lo habia habido.
Luego escucho el viento y subio al cielo. Y lamio la sal. Y se sintio un poco triste, alli, sin dinero para quitarse de un trago todos los sabores de la boca.