Esta todo en el despertar,
cuando se levantan los parpados
y apagamos la ternura del tiempo
esta todo entre tus brazos de sombra,
elevadores de amapolas, fuentes de viento,
caracoles de cuchillo de luna.
No suspires con el corazon de tus labios
sobre mis ojos de nieve, no digas con suspiros rojos
que es el dia de seda
porque un poco mas de mar viene lento,
sin escombros, sangra puro hacia nosotros
en la infectada claridad.
Espera, cuentame con tu silencio
la estriada paz del invierno
mientras te amo, y con
mi incurable amor,
enfermo siempre,
trasteo en tu carne como de niebla,
entre dos mundos
que solo se unen
y se comprenden un momento.