Estoy escuchando el mar, un mar antiguo que sabe seleccionar olas.
Actua como si nada, rompiendo una si, una no, domina la creacion de espuma blanca, moldea sin pensar el tamaño, altura, forma y salinidad de cada una de ellas. Lo hace creando, como un artista loco q lanza su pintura sobre un retrato viejo. Sabe arrastrar como nadie. Y sabe pronunciar palabras de viento.
Un mar llamado la mar, buscando con cuidado los recobecos olvidados.
Metacrilato, decimocuarto, ... amarillento sabor, escondidos,desnudos.
Manteles o metacrilato, manteles. Mecedoras, macetas, miedos y damas de colores. Morteros, mosaicos, mirones, mamones.
Cortejos.
Calentadores, candelabros, candelas, camicaces, calcetines , caidas y demas sentidos, colocados en cajas, colgadas de clavos...
Mejunjes, mercados , mensajes, metales.....
Con el encuentro, de una extrema sencillez, de un cuerpo en forma de organo, el joven Paulus comenzo su suspirada carrera de musico. En sus dedos la sangre formaba ecos de clavicordios marinos, en su corazon se enredaba el lastre ferroviario de un hueso contrapuntando la vida.
A cada puncion que infligia al instrumento sentia como una manada desbocada de venas archivadas en las entrañas de la musica le salvaba.
Paulus soño un dia con el rojo atardecer, y puso sus dedos amarillos sobre el cielo para tocar la musica de las esferas.
Y sangraba, con aquella armonia, el tronco del arbol que su bisabuelo planto buscando la fruta, el carmin de una manzana que recorriera el cuerpo de un rio, hasta llegar al mar y hacerlo sonar.
Aquella manzana era ahora el sol que se iba, y en el sol estaban escritos todos los tonos, los trinos de los pajaros, las notas ornamentales de las flores, el hollin de lo que se extingue en la gran marabunta del Universo.
No hay un mar sin portador. No hay venas por las que corra el mar si no se duerme de el. Los susurros de tus besos son un secreto que portan los que caminan por el fondo del oceano. Tu y yo entramos en una piramide de sol azul bajo el agua. Tu cuerpo me arrastra, araña mi piel como una rosa. En el mar los suspiros son peces que nadan a contracorriente. Los barcos de los piratas nos sobrevuelan, en este hogar blando. Apenas vemos las sirenas, apenas los caballitos de mar. Mis ojos estan clavados en tu corazon, mis manos en tus piernas. Nos dejamos tragar por esa eternidad azul, por el unico silencio que existe. Para no volver, como dos niños locos, a Terramar...
Hay balsamos, hay esperanza. Hay un dedo que señala la salida. Un buque de guerra, hay un buque de guerra que señala con sus cañones la salida. Un buque que se muere. Un dedo oxidado en el mar. Hay un cariño y una esperanza y un balsamo.
Y no hay ausencia. En una caja de bombones solo hay uno amargo. Su ausencia seria como no saber nunca.
Hay amor, y hay deudas y una paloma que trae una rama de olivo. A un buque oxidado. A la esperanza.
Comprobado: mi boca sabe a esperanza.
Noto cierta rendija hecha de ruido.
Unto distintos disimulos con mermelada de arandanos.
Las luces estan hechas de sufijos, todas, son diamantes q relucen.
Cuido mis heridas con mimo, guardo en formol las rosas de mi corazon.
Circulos que desaparecen dentro de los oraculos oscuros.
Manjar. Corrompido dolor ausente desde el yo. Manejado, como si se estrangulara con las deudas de una mano.
Mirame.
Mirame.
Mirame, mis ojos han muerto de amor.