Balcones, Cicatrices
Mis palabras se acordarán de mí.
Unir las cabezas de la gente
mirando desde el balcón.
Pasan por delante de las flores,
se hablan sobre el fondo gris,
oscilan entre los automóviles.
Los otros balcones, como átomos.
Arriba, el cielo y
otros que miran
mi cara vuelta del revés,
sorprendidos.
Mis palabras se acordarán de mí
y de mi imaginaria calle,
y de la vida eterna
que va quedando atrás.
La Insistencia Del Azar
Innumerables discusiones sobre la inmortalidad
o la cartografía, elogios a la traición
de la luz en las últimas páginas.
Sin interrupción, nos miramos en los espejos.
Inseminados en
un verbo antiguo, y todo en tan poco tiempo.
La tibia confusión, el éxtasis
frotándose las picaduras,
azar en el más allá del adiós.
Utilizar un principio:
no hablar del infortunio, soportarlo
como una indigna oquedad.
La vela de sangre se pierde en la oscuridad,
debimos, quizá, haber actuado
haber hablado: la carne teme a la muerte
y la guía. Pero no duele esta luz, si inclinamos el vaso
cae toda la nieve sobre nuestros ojos.
Felizmente.
Nuestros muertos no necesitan
cuerpos. Aceptamos, pues, estos sucesos.
Para liquidar con la bestia el carmín
que nos depara el destino, a las ocho
de la mañana las criaturas blancas de la
alegría ponen sobre la arena huevos
de escarcha, la médula de un rostro
da unidad a la sustancia de la ventana, bajo el
calendario
desliza los documentos todavía
no marchitos de sus pupilas.
Ni siquiera entonces conspiraremos.
Nos ensalzará el recelo
de los enemigos,
nuestra innecesaria victoria
será como un muerto
devorado por la naturaleza.
Al Bosque
- Mira, mis manos están llenas de estrellas...
- Estás sangrando...
- Puedo ver mi reflejo en tus labios...
- Ya no tienes ojos...
- La hiedra me ha agujereado el corazón...
- Te has manchado el pelo con el esmalte de uñas...
- Nunca nevó...
- Te llevaré al bosque en brazos.
Club Duende: Nature Girl
Venhazmeunaseñalenlapiernatatúamelasumadeloquehanvistotusojos
perdónameporloquetevoyahacernomeperdonespornadahazmedaños
onríecuandomeveasaunquenoseayorecogerosasohazlasrosasquee
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aparalasmanossientoelNilolargoyoscuroenmigargan
tatumanosinramascantaenelairetócamedesordéna
meh az meunluj opa r a e l r e in od el fr í o.
Puedo vender el alma al diablo,
y mi cuerpo a los demás
e incluso alquilar mi guitarra
por dinero
o destrozar mi imagen
como si fuera de yeso,
o jugarme la esperanza
al 'siete y medio'.
Pero no este poema volador y pequeño.
Sabor de amor.
Color granada,
que he escrito para mi amigo...
Eres bueno.
Eres dulce.
Eres macho.
El alcohol me destrozará el hígado
y las polillas la piel,
el humo los pulmones
y los hombres el cerebro.
Podréis hojear mis sueños
manosear los recuerdos
y desgarrarme llantos y versos
juegos y amores.
Pero no este poema volador y pequeño.
Sabor de amor.
Color granada,
que he escrito para mi amigo...
Eres bueno.
Eres dulce.
Eres macho.
Tuve suerte con las mujeres,
que es mucho tener,
y entre las manos la primavera,
que ya es decir.
He subido donde la nieve quema
y he caído en el hoyo.
Pedidme cuanto queráis
que de todo tengo.
Pero no este poema volador y pequeño.
Sabor de amor.
Color granada,
que he escrito para mi amigo...
El bueno.
El dulce.
El macho.