Qué importante sería no estar aquí.
Qué importante estar con todo,
mecer el espacio, viajar dentro.
Aferrarse, durar, creer que es un brillo,
atardecer con las flores, sentir
un ciervo que taladra la carne
buscando cobijo, la mente buscando
nieve. Esperar,
para creer que se espera,
pero ya ha pasado.
Sería importante no estar aquí,
y de eso no se sabe nada.
Sería importante (des)aparecer
en ningún lugar, sin saberlo, sin sentir.
¿Hay un hueco en el hueso,
una mirada en los ojos,
un pie en las huellas?
Viene de algún lugar,
pero quizá eso no signifique nada.
Partir de algún sitio
hacia adelante,
o hacia los lados.
Empezar, si eso tiene algún sentido
que no sea el de terminar.
Poner paréntesis,
acotar paisajes,
llegar a terminar.
Si viene de algún lugar,
si cada segundo viene de algún lugar,
ya nada está ahí,
el ahora se vuelve pequeño,
la leche se enfría,
el pan y la mantequilla
para los niños,
que no llegan.
Esa luz viene de algún sitio,
no importa de donde,
ni importa la luz.