Así, en presente pluscuamperfecto,
voy hablando del trozo de universo que yo soy,
de las estrellas subcutáneas
contra la enfermedad de mi sangre,
de mi otro cuerpo que da caza
al ángel de la anemia.
En el cielo voy depositando
por fin
las arterias,
los leucocitos del alba, y sobre el bigote
de las nubes
la linfa.
Amo
de nuevo
tan bien
todo:
el Mediterráneo ligero,
la prohibición que había olvidado
de envejecer,
la gavilla vacía
por fin
de las noches de analgésicos.
Y sobre todo, sobre todas las cosas,
éste corazón enjabonado, preámbulo de pájaro,
corazón de ala y aeropuertos,
arco de violín,
príncipe de los pilotos: mi corazón músico.
Morir
no es más que pasar
de una habitación
a otra.
Sólo encuentras una diferencia:
en alguna de las habitaciones
puedes detenerte
a mirar.
Ausencia
Faltó poco
y mi madre podría haberse casado
con el señor Zbigniew B. de Zdunska Wola.
Y si hubieran tenido una hija, no habría sido yo.
Quizá habría tenido mejor memoria para los nombres y las caras,
y para las melodías oídas una sola vez.
Habría reconocido sin problemas qué pájaro era cuál.
Habría tenido unas notas fantásticas de física y de química,
peores de lengua,
pero habría escrito a escondidas poemas
de entrada mucho más interesantes que los míos.
Faltó poco
y mi padre podría haberse casado en ese mismo momento
con la señorita Jadwiga R. de Zapokane.
Y si hubieran tenido una hija, no habría sido yo.
Quizá habría sido más terca en lo de salirse con la suya.
Y se habría lanzado sin temor a aguas profundas.
Capaz de abandonarse a emociones gregarias.
Vista permanentemente en varios lugares al mismo tiempo,
pero rara vez entre libros, más a menudo en la calle
jugando a la pelota con los chicos.
Quizá incluso se hubieran encontrado ambas
en la misma escuela, en la misma clase.
Pero no habrían sido amigas,
no habrían tenido ningún parentesco,
y en las fotos de grupo estarían lejos una de otra.
Niñas, poneos ahí
-habría dicho el fotógrafo-.
Las más bajas delante, las más altas detrás.
Y sonreíd cuando os dé la señal.
Pero contad antes
si estáis todas.
-Sí señor, estamos todas.
(Wislawa Szymborska)