31 de Agosto 2006

Fragmento de batalla, 1927

Blanca con la piel de fría humedad,
una fértil negativa derrama cuerpos
lacios sobre el paraíso. La sangre en ellos ya
no es un bálsamo, ya no calma. Mira,
son
como nubes en los remansos lagulares
son
como ocas de viento danzan sin sombras
ante los ojos dorados de la tarde,
desembarazados del recuerdo de las norias.
Vil combustible de la serenidad,
te agotas y empujas con tu extraño triunfo
otro cuerpo a la nada. Severa es la hora,
salimos al bosque a través del río, madre
de nuestras madres, la chistera de hierro, observamos
el tiempo
en el que tantos vamos a morir
sus ojos dorados
nos van embalsamando con luz muerta.
No sucederá nada más allá, ni allá
donde viven aún todos los que hemos sido
habrá un movimiento.
Nos exploran los árboles, ya reconocen
en sus velámenes nuestra verde savia,
el nuestro es su nuevo fruto. Pero yo, que soy tú,
madre,
dices, digo, no importa
en este verdor tener aun cuerpo
si se olvidará su aliento
en tus palacios de cloroformo,
si todo muere siempre con la vida
enredada en muchas manos.

Escrito por U U a las 7:12 PM | Comentarios (0)

24 de Agosto 2006

Dominio

La sangre del aire en los alambres
inmóviles de una lluvia
geométrica e insistente
hacía de nuestra carne una máscara
atravesada de escalofríos.
El convencimiento idealizado del amor
anidaba,
sobre adoquines la mirada
como materia distante proyectaba
pleamares ilusionadas,
hablábamos frente a un espejo por calles
imprevisibles, llevabas el lirio
de silencio a mi boca.
Universos sobre el tiempo:
habíamos roto en la cúspide nuestros rostros
y eran más de las doce.
Una música infinita se llevaba las calles,
se llevaba a la lluvia las calles
con intensos brillos calientes
a los que nuestros ojos cedían,
algas iluminadas que cambiantes
han surgido de la nada
ante la oscuridad.
Aún, creo, sea entonces,
si un vértice nos toca el costado
transfigurado pero ardiente,
si el misterio no nos soluciona
y al acercar mis ojos
a tus iluminados ojos
la figura que nos posee
no nos predice.

Escrito por U U a las 8:14 PM | Comentarios (0)

23 de Agosto 2006

El juicio de las almas atraviesa su brillo

Un escarabajo en el cielo ciego de los árboles,
vidrieras y su sistema de agujas, elementos...
Se alumbra erizándose
esa flor en nuestra sien, sombra
de muchos jardines que palpitan
acelerados por la nieve, pero, lo saben,
nada derrota a un ritmo blanco
cuando se intercambian sombras
en silencio.
El escarabajo en el sueño ciego de los árboles,
ojo negro que finge sobre los desvanes del aire. Pacientes,
suavemente frondosos se abren al átomo
de la violeta. No se es huesped del infinito,
contenemos la niebla que nos borra - susurran -
aquí no hay naufragios - y dicen:
pues no hay almas en el crepúsculo solo ángeles
húmedos que encienden las esquinas,
arquitectos de llamas;
y
pues su tejido de cigüeña
se desmonta como una telaraña de hielo,
ya son solo húmedos huecos sobre torres sin campanas.

Escrito por U U a las 7:43 PM | Comentarios (0)

21 de Agosto 2006

Otros

" A ser uno con todo lo viviente, volver en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza. A menudo alcanzo esa cumbre...pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo enteramente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y yo me encuentro ante ella como ante un extraño, y no la comprendo. Ojala no hubiera ido nunca a vuestras escuelas, pues en ellas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol del mediodía. Oh, sí! El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona. "

Friedrich Holderlin
Hiperion o el eremita en Grecia (fragmento)

Escrito por U U a las 7:40 PM | Comentarios (0)

Sueño que devuelve al día lo encontrado

Me hablas con tu sangre
pero el ruido de las nubes
también eres tú.
Me hablas sé que me hablas
pero la radio encendida
de las nubes
traza un conjunto de silencio
en tu boca.
Somos dos en ese misterio
de una sola palabra
que escondes,
tan limpio como una cuerda,
en todas partes.
Me hablas tan alto, lo siento,
como un arco iris. Tus labios
abiertos se atropellan en las cerraduras,
eres un pentágono antiguo y cálido
como una semilla que trepa al sol
para calmarme, no sé si lo que dices
es más que todo nunca,
quizá si me escuchaste
yo ya me sé.
No mires aun la madera
de la tierra conmigo,
no enciendas siquiera las velas,
la razón no se refleja en los cuerpos.
Enumerando: el mar desborda el jardín,
esmalta las oquedades
de los sauces, las gaviotas
hacen sonar el aluminio
de los peces sobre
el corazón de la noche.
Morimos un segundo.
Grietas negras en tu rostro
me llaman como campanas lentas.
En la noche todos somos ciegos,
no hay miedo a la patria de ojos
y su otredad, transparentes
de oscuridad corroboramos
la vigilia de los besos,
sus palabras sin boca, los cabellos
llenos de estrellas muertas,
volcanes apagados en
habitaciones contiguas anotan paraísos
con su último humo humano.
Te apagas en todo tu esplendor
como un ruiseñor que sueña,
duermes entre aviones
ahora que ya no hay silencio,
ahora que por las escaleras resbala
un relámpago de tu grito
como un árbol de aire.

Escrito por U U a las 11:06 AM | Comentarios (0)

18 de Agosto 2006

Pecera

La alcancía de agua en la penumbra,
observas como si estuviera lejos su trama.
Son siglos de ojos.
Visitas al balneario, sus vidrieras
han detenido a
las rosas, por eso ya estuvimos aquí,
rememoramos otra lluvia.
Goma de mascar, el zumo de una manzana,
eliminar los instrumentos de juicio
y en su luz abisal obligarse a temer a los peces.
Tan rápido trepó la hiedra la espalda
y la visión del alma. Sobre su epitafio diáfano
de espejos verdes, algo imprevisible repta. La hierba artificial
sepulta manos casi azules, prendas
blancas jugando
entre fantasmagóricos helechos.
Como guantes en busca de la sed,
como laberintos, los peces trazan su camino de agua
sin dejar otra huella que el inaudible canto
de los que se observan.
Invadido, el silencio destila flores
cuyo perfume nos ata para siempre
a los momentos que desaparecen.
El pez tigre esperaba, esperaba agotar un segundo
porque advirtió nuestras sombras mirando inmóviles
su inmovilidad,
pero ya da una vuelta hacia arriba,
borrándolas con un hilo de agua.
Miramos los muebles.
El polvo no es más que agua,
residuo al fin y al cabo de nuestra presencia.

Escrito por U U a las 7:38 PM | Comentarios (1)

11 de Agosto 2006

Otros

" A pesar de sus treinta años, Berta Young tenía momentos como éste de ahora, en los que hubiera deseado correr en vez de andar; deslizarse por los suelos relucientes de su casa, marcando pasos de danza; rodar un aro; tirar alguna cosa al aire para volverla a coger, o quedarse quieta y reír... simplemente por nada. ¿Qué puede hacer uno si, aún contando treinta años, al volver la esquina de su calle le domina de repente una sensación de felicidad..., de felicidad plena..., como si de repente se hubiese tragado un trozo brillante del sol crepuscular y éste le abrasara el pecho, lanzando una lluvia de chispas por todo su cuerpo? ¿Es que no puede haber una forma de manifestarlo sin parecer “beodo o trastornado”? La civilización es una estupidez. ¿Para qué se nos ha dado un cuerpo, si hemos de mantenerlo encerrado en un estuche como si fuera algún valioso Stradivarius? "

Katherine Mansfield
(Gran Bretaña, 1888-1923)
Felicidad (fragmento)

Escrito por U U a las 8:25 PM | Comentarios (0)

Descenso de batalla

Vimos: los hierros de la tormenta
aniquilan en las sombras el rastro de la región.
Ahora que llegamos aquí, mientras los astros
escondiéndose en sus oquedades ciegan
la figura de los que amaron, en su entierro
brilla púrpura como un hueso viejo
el tejido del animal que abandonaron.
Bajo los árboles ya no triunfa el horizonte,
las largas espinas de sol que atravesaban el mar
de ruiseñores
tardes
calientes esperando la muerte
sin saberlo, esperando la llegada del mar
que todo lo olvida, y fue
como acuchillar un pistilo de agua,
nieve entre los dedos,
las simas de la flor de acero traspasadas
por hombres cargados con ánforas.
Atacamos entonces, arrancando ramas,
golpeando la luz en el polvo, como si la cueva
en la que tiemblan los secretos empezara a nacer
tras el veneno de nuestras bocas. Fue
como ser niño.
Mitigamos la ausencia
con espejos silenciosos,
nos mantuvimos invisibles
en las noches tibias,
esperando.

Escrito por U U a las 1:20 PM | Comentarios (0)

4 de Agosto 2006

Tránsito

Las razones por las que abandonamos
siempre,
pues el hombre actua siempre
como un hombre,
se recogen en largos libros
en todos los tiempos.
La historia de cada hombre
es la historia de un abandono.
A veces abandonamos
con serenidad y calma,
nos anteponemos a lo que
la naturaleza manifiesta
en la podredumbre.
Otras veces, alguien
abandona por nosotros,
quizá desaparece en un sueño
y nos despierta, quizá no caza un animal
que a todos nos ignora.
Los ojos aceptan la esfera
que voluntariamente nos aflige,
como único obstáculo
colocamos el viento,
y todo en adelante nos parece
imposible. Cuánto ignoramos
de la verdad y de la mentira,
solo lo anunciado por nuestra lejanía
nos impresiona.
Vencidos en la llanura, el hálito vital
y la carne como una flecha
que avanza hacia la oscuridad,
huesos rotos desasiendo los placeres
en que nos instruía el miedo a la muerte.
No fuimos impíos. Quizá nuestra piedad
nos hizo injustos. Vivimos
tejiendo un astro de azar. Mil hombres
no conocen nuestros nombres.
Perduraremos en el abandono,
en la causa de su ruina.
Invocado está
en todo lo que fue.

Escrito por U U a las 7:09 PM | Comentarios (0)

3 de Agosto 2006

La desaparición de Li Po

Todo lo abandonó Li Po
al orden de este mundo. Su ley perdida
dejó de entrelazarse con el día y la noche.
También sus perfectos gatos
fueron olvidados por los espejos.
La única sustancia, la misma idea,
el instante descoordinado en que desapareció
su ábaco, se extendió sobre la certeza
como un manto helado, hipotética visión
de sangre presentida por un puñal.

Escrito por U U a las 7:26 PM | Comentarios (0)

2 de Agosto 2006

La habitación naranja

Por todo ello
nos precipitamos en volver
a la desnudez,
fantasmas del vino,
felices fantasmas de la oscuridad
sin tiempo,
buscamos rostros,
subimos bajamos
peldaños
con los pájaros.
Transcurrir mientras la retórica
del parpadeo se hace al sueño.
No hay nada en llamas.
Nada en llamas.
Nada nos busca
ni las sombras.
Despertemos
no muy tarde, vida.

Escrito por U U a las 9:08 PM | Comentarios (0)

1 de Agosto 2006

Black Black

Se escribió en tu sangre
la adivinanza enfebrecida
de una flor con escamas.
'¡Traición!'- dijeron los ojos iluminados.
No veías ya tu cuerpo
y estabas presente en los tres reinos.
Como una Prometea violeta
apareciste una mañana.
El alma llena de bolas de papel de periódico,
lápiz de tierra en las manos
de tus enemigos.
Dijeron tantos nombres,
y ninguno era el tuyo.
Te llamas como la ausencia
de callejones, como los objetos
que se descifran en los espejos.
Sobre el río camina
tu espalda arrancada
por las ruinas de la vida.
Los guantes de corcho
te los regalamos, ciegos.
Son tan profundos como el marfil
verde, como el azúcar.
Prolongaciones de los trapecios,
de la música en vilo, de las pulgas.
En tu última hora se te regala otra,
y como los geómetras,
mueres en los jardines
numéricos de la esperanza.

Escrito por U U a las 8:08 PM | Comentarios (0)